Este texto me lo envió un compañero del foro de poesía, lo presento aquí porque a los mexicanos nos viene muy bien en estos momentos... léanlo, sabrán a qué me refiero, espero que Bruno entienda el por qué de mi decisión de publicarlo aquí:
Ojala fuera posible eliminar del día a día la ignominia que rige el ejercicio del Poder, con la misma facilidad con que la mayoría de los gobiernos se desentiende del respeto a los derechos humanos, bastándoles con dar un giro de 180 grados para quedar de espaldas a los reclamos del pueblo.
Ojala fuera posible eliminar de la memoria de la Humanidad las manchas negras que el abuso de poder está imprimiendo en las entrelíneas de la Historia de casi todos los pueblos, con la misma facilidad con que la mayoría de los gobiernos elimina de la realidad las mágicas promesas que incluyeron en sus discursos electorales, bastándoles con apenas dejar lo dicho por no dicho.
Ojala fuera posible eliminar de las entrañas del Poder la lacra de la corrupción institucionalizada y de la prevaricación, con la misma facilidad con que la mayoría de los gobiernos elimina de su conducta la honestidad de propósitos que juraron respetar en sus proyectos y programas, bastándoles con institucionalizar por decreto la mentira oficial y el fraude argumental.
Ojala fuera posible eliminar del mapa institucional a todos los políticos inescrupulosos que infectan la geografía de la realidad, actuando desde la sombra de los pasillos de los partidos; mirándonos desde los titulares de las páginas policiales; conspirando contra nosotros desde sus bancadas parlamentarias; circulando por los alfombrados gabinetes oficiales y enriqueciéndose gracias a los enchufes que "implantaron" en los puestos clave de la Administración, con la misma facilidad con que la mayoría de los gobiernos sustrae de los ciudadanos sus más básicos derechos, bastándoles con ignorar los principios fundamentales de la democracia.
Ojala fuera posible evitar que los pueblos caigan víctimas de las emboscadas tendidas por los manipuladores de siempre, quienes para hipnotizar a la gente de buena fe usan aromáticas recetas de futuro, preparadas y decoradas com muchas lentejuelas coloridas que esconden - bajo su falso brillo - la sonrisa cínica de una gran falta de ética y las uñas afiladas de una enorme dosis de desvergüenza, con la misma facilidad con que la mayoría de los gobiernos elimina de la vida pública el precepto constitucional que los obliga a poner sobre la mesa del pueblo un puro y simple y sabroso plato hecho de buenas intenciones y condimentado con mucho, pero mucho respeto hacia los comensales.
Ojala fuera posible extirpar el desánimo y la desesperanza y el desinterés que hoy comandan al ser y al estar de casi todos los pueblos, con la misma facilidad con que la mayoría de los gobiernos inculca en el pueblo el desánimo, la desesperanza y el desinterés.
Ojala todo eso fuera realmente posible. Ojala.
©Bruno Kampel, Suecia